sábado, 6 de abril de 2013

Un vasco en Lavapies.
Bernardo Atxaga: un ilustrado monólogo en el teatro Valle Inclan.
       Terminó dejando una piedra en el escenario. Empezó disertando sobre la interpretación fantástica y la racional de los hechos. Una piedra, con una extraña figura, era, según la interpretación fantastica, la que se arrojó al Cristo crucificado. Parece que, en realidad, la figura era la de un simple fósil.
      Fantástico fue también, frente al miedo y el terror del Hombre a lo desconocido o a la muerte, la creación del imaginario dios PAN, que dará explicación objetiva a todos los males. Cuajará en el lenguaje con la palabra pánico.
     Son sentimientos procedentes del exterior al Hombre
     Pero será un acontecimiento en la literatura la que invierte la procedencia. Rousseau (+1778) en sus Confesiones desviste públicamente sus perversiones más intimas generadas por circunstancias de su infancia y que no alcanza a comprender.  Lo que luego la sicología describirá como sadomasoquismo. 
    Asi, entre interpretaciones fantásticas y demostraciones racionales, discurre el devenir humano.
Sadoch (+1895)
Sade (+1814)