martes, 3 de noviembre de 2020

 

CLAUSURA DE LAS JORNADAS “CIUDADES PORTUARIAS”  SANTANDER 2020

COMUNICADO EN EL DÍA MUNDIAL DE LAS CIUDADES

 

 Pese  a las dificultades económicas, por no disponer de ninguna subvención pública, y las duras condiciones impuestas por la pandemia, las Jornadas de Arquitectura y Paisaje bajo el título de CIUDADES PORTUARIAS EN LA MEMORIA, han logrado salir adelante. Nueve conferencias de reconocidos expertos, relativas a Burdeos, Bilbao y Santander, la proyección de un reportaje cinematográfico y la edición del último número de la revista Litoral Atlántico, que recoge todos los trabajos, han sido los resultados.

 De las comunicaciones  quiero resaltar algunas cuestiones importantes sobre el pasado y futuro de las ciudades. Recordemos que hoy es el Día Mundial de las Ciudades y es, precisamente, cuando están sufriendo fuertes restricciones de movilidad e incertidumbres de todo tipo que las hace perder su carácter abierto al intercambio social, comercial y laboral.  No está de más, por tanto, traer aquí algunas reflexiones y cuestiones que se han suscitado en las Jornadas. 

 Sería importante definir cuál es el patrimonio cultural más significativo  que caracteriza a cada una de las ciudades y evitar actuaciones caprichosas que las banalizan. En estas Jornadas hemos visto reflejada la imagen de diferentes ciudades en el arte, la arquitectura, el urbanismo y el patrimonio industrial. La literatura y el cine recuperarán su protagonismo en las próximas Jornadas previstas en primavera. Deberíamos conocer con cierta precisión, también,  las políticas de protección de ese patrimonio cultural que define a las ciudades portuarias.

 Es cierto que la relación entre el puerto y la ciudad ha cambiado drásticamente en cada ciudad. Unas trasladaron el puerto al mar exterior,  liberaron suelo que, culminada una fase de derribo de las edificaciones industriales,  lo recuperaron para crear nueva ciudad. Pero ¿qué tipo de nueva ciudad? Aquí hemos podido ver grandes diferencias entre ciudades como Burdeos y Bilbao con modelos bien diferenciados que en próximas Jornadas compararemos con otros ejemplos como Nantes y Bristol.

 Otras ciudades no han podido trasladar el espacio portuario al exterior y las actividades portuarias actuales se encierran al fondo de sus bahías con problemas de profundidad para los grandes buques, escasa extensión de servicios y un futuro difícil.  Es el caso, entre otros, de Santander en el que una ciudad balnearia, hoy el Sardinero, ocupó la situación ideal para lo que hoy sería un puerto exterior.

 Muchas de las ciudades portuarias, o  de origen portuario, lucen un frente marítimo o fluvial privilegiado, estimulado por la actividad turística y de economía de servicios. Pero la ciudad real, donde viven la mayoría de sus ciudadanos, es una ciudad oculta a los turistas, en laderas de orografía complicada que sufre de grandes problemas urbanos y sociales lejos de las imágenes oficiales de paseos y frentes marítimos. Es el caso, entre otros,  de  Lisboa, Oporto, Santander y Bilbao.

 Y qué decir de la organización social de las ciudades portuarias. Las poblaciones de mayor edad y menores recursos deben ascender por fuertes pendientes hasta edificios de ya considerable altura que, por lo común, no tienen ascensor. Los más jóvenes y con mayores recursos, no solo económicos,  se alojan en las zonas intermedias. Y los frentes marítimos serán ocupados por viviendas de lujo, y locales para usos terciarios. La misma diferenciación sucede si hacemos  mapas por zonas con resultados de edad, salud y esperanza de vida.

 Son todas cuestiones que se han suscitado en estas Jornadas de Ciudades Portuarias en Santander2020 publicadas en Litoral Atlántico y que esperamos dar continuidad en las siguientes Jornadas Bilbao2021, a celebrar en la primavera en el Museo de Bellas Artes.

  Por la Dirección de las Jornadas

Luis Azurmendi (Arquitecto)

litoralatlantico@gmail.com